martes, 17 de junio de 2008

Conflicto Campo Gobierno

Lo más inesperado ha sucedido durante los primeros meses de gobierno de Cristina Fernández: que se cuestione y ataque virulentamente al Campo, el más grande generador de riqueza de la Argentina.
Siendo Argentina un país que se ha hecho conocer en el mundo por su potencial agropecuario, cuesta creer que sea su propio gobierno, elegido por el pueblo, quien le aseste el mazazo, sector por sector, a las distintas actividades agropecuarias. Primero fueron los tamberos, luego los ganaderos, siguieron por los productores de trigo y oleaginosas y finalmente, el poroto soja, mecha que encendió la indignación de un país que trabaja por la grandeza de la Patria.
Está plenamente demostrado que no hay “renta extraordinaria” , lo que sí hay es “pobreza extraordinaria” que avanza sobre Jujuy, Chaco, Corrientes, Santiago del Estero y otras provincias que tienen que postrarse para esperar la dádiva oficial.
Si hay tanto superávit, por qué no se han empleado esos recursos en mejorar el sistema de salud y educación del país? Para qué acumulamos riquezas en el Banco Central cuando una parte de ese dinero hace falta para hacer funcionar el Hospital de Alvear (Ctes) al que le retiraron la habilitación para atender partos y, en consecuencia, las parturientas muchas veces dan a luz en los vehículos que las trasladan a Santo Tomé (Ctes) distante 87 km de esta ciudad? Como el de Alvear, en todo el país los hospitales públicos colapsan por la cantidad de gente pobre que no puede afrontar una atención particular. Y eso sucede en el país de la abundancia, donde los pueblos originarios del Chaco están abandonados como los de Jujuy y de otras regiones.
El enclave gubernamental en Buenos Aires no sirve para el interior. Nadie se entera de las necesidades de los municipios que conforman las provincias. Nadie quiere ser odioso enfrentando al Gobierno Nacional que decide si, de acuerdo al grado de genuflexión del Intendente y del Gobernador, le da o no un puñado de monedas. Tal es el caso de Alvear, donde, después de papelear durante DOS AÑOS en el Plan Manos a la Obra, aprobaron un proyecto integral por un millón de pesos, de los cuales liberaron solamente $ 200.000, que al estar a disposición de los habitantes de este pueblo, no cubrieron las necesidades presupuestadas debido a la creciente inflación que, sin embargo, el Gobierno Nacional se niega a aceptar.
En el área de agricultura y ganadería deberían estar personas expertas en esos rubros. Y expertos resultan ser quienes cultivan el suelo o crían ganado. El Secretario de Agricultura no recorre el interior del país para ver qué ocurre. Están todos detrás de escritorios, diseñando políticas agrícolas y ganaderas sobre lo que no tienen la menor idea. Y aquí les doy un ejemplo: se creó un plan ganadero llamado “Más Terneros” (surgido después que se dieron cuenta de la enorme “metida de pata” con el tema terneros), por el cual se subsidiaba con $ 10.000 a cada productor que tuviera entre 51 y 300 VIENTRES. Ni uno más ni uno menos y que ha beneficiado a quienes no lo necesitaban, porque un ganadero que tiene 51 vacas en producción, ya no es un pequeño productor, es alguien que tiene un stock superior en número y a quien no le hacen falta los $ 10.000. Pero esa política se diseñó desde un escritorio en Buenos Aires, sin consultar al interior, sin recorrer, sin hablar con la gente de campo para conocer las necesidades reales de los distintos sectores productivos.
El arroz, el maíz, el trigo, las frutas y hortalizas no crecen en las plazas de Buenos Aires. Son los municipios los que producen la riqueza que alegremente reparten desde el Gobierno Nacional y malgastan en actos que sólo sirven para alimentar su ego.
Qué me dicen de las burocráticas prácticas para declarar Emergencia Agropecuaria? Se papelea durante un año. El mazo de hojas va de oficina en oficina, primero en las provincias y luego en Buenos Aires para volver a las provincias y municipios traducidos en un certificadito que sólo sirve para tratar de “patear para adelante” las deudas inmobiliarias y créditos bancarios de los afectados.
Nadie parece saber cómo se manejan tanto la ganadería como la agricultura. Ni se preocupan por consultar a los que sí saben. Los daños son enormes. Pero el Gobierno Nacional insiste desde una posición intransigente, alegando que hay rentas extraordinarias de las cuales quiere adueñarse. Al matrimonio presidencial, le va muy bien con los alquileres de sus numerosas propiedades en Santa Cruz. Por qué no le pedimos que relegue un poco y distribuya a los pobres? Por qué no lo hacen?
El campo argentino ha alcanzado la competitividad que tiene porque ha agregado valor a sus productos. Son valores inmateriales en genética y tecnología de punta. Esto deberían saber nuestros gobernantes. Por eso tenemos las mejores carnes del mundo, las mejores frutas, los mejores cereales y oleaginosas.
Pedimos a los medios, que han hecho más que suficiente para concientizar al país y al mundo sobre el rol del productor argentino, que nos brinde algunos minutos de aire para dar a conocer la realidad agropecuaria del interior, para hacer oír nuestra voz y que se entienda que el federalismo que se reclama, es, posicionar a las provincias que generan la riqueza de la que vive la otra mitad del país, en el lugar que le corresponde.

Mercedes Esquivel

DELEGADA SOCIEDAD RURAL DE ALVEAR